Ultima petición

La muerte es seguro, igual nos sorprende cualquier día de estos: a unos más de mañana, a otros más tarde, pero a todos por igual. Así que en humilde previsión y a quien corresponda, le pido que inscriba este epitafio en mi lápida:

"Aprendiendo a vivir, este fulano intentó ser a toda madre".

Salud.

Anteojos y siluetas

Durante más de dos años, este blog ha sido en exclusiva un espacio para ir vaciando un poco de los versos que aquí y allá van apareciendo. Asi ha sucedido y no tendría razón de cambiar. No obstante, de vez en vez, también se antoja apuntar diversas vivencias malsanas que poco tienen de poesía y sí mucho de cotidianidad. Así que, a manera de bitácora, para hacer evidentes los rastros del tiempo, desde esta fecha ampliaré el espectro hacia otros productos.

El espacio es para la expresividad y así será explotado. Es decir, el cambio obedece al puro gusto de joder, como dice la abuela. Los versos no se van, solo se enriquece (!) el blog.

Persecusiones III

A cada cual su cruz
a cada cual sus fortalezas,
solo en la misericordia
hallarán consuelo
quienes busquen tu nombre:
de lo demás
poco o casi nada
quedará en la memoria.

Persecusiones II

El llanto
no será más
el sino del dolor
la puerta de las derrotas
o el descolorido sueño pasado.

Si algo ha de ser,
será la ruta de escape
o la mordaza que asfixia
la noche entre los dedos.

Si algo ha de ser
[sin mayor esperanza
o contricción pasajera]
será una tumba sin nombre
la geografía de nuestra infancia perdida
o la palabra
que a fuerza de reinventarse
se desconoce y se cuestiona.

Persecusiones

Todo
lo que alguna vez
se comulga
termina por ponernos
de rodillas:
en nuestro discurso
está la voz
que nos condena;
en nuestro silencio
el motivo de la absolución.

Ésta es la metáfora del tiempo:
acabarás mordiendo
tus talones
y desconociendo ante el espejo
la escritura de tu rostro.

Sobre el eje

En la distancia, para Fede, recuperado.

El sueño es una realidad persistente:
tu desnudez
que abarca
todos los campos
y todas las ciudades
como epidemia pasajera,
tu voz
que trasciende
todas las lenguas
y todos los silencios
como ese suspirar a lentas
que trastoca mis sentidos,
que borda, que amenaza,
que devasta un tiempo de dioses
y la noche de la historia.

Mientras tanto yo,
simple expectador,
Perseo encadenado,
voy devorando el sueño
desde dentro
y trasigo
con las penas,
pequeñas y grandes,
hasta despojarme a lentas
de los arreos de viaje.

A veces también
ingrato
obtuso
infame
me deleito
en el juego
de dar vueltas
sobre mi eje.

Body

El cuerpo
tu cuerpo
todos los cuerpos
perpetuo
sin aristas
sin artificios
volcado en sí mismo
anclado en la noche eterna
presencia ausente
convocatoria
incitación
y despedida.



Nada permanece:
sólo el matiz
en la memoria
sólo el golpe de mar
conmigo fluyendo
contigo
en tránsito perpetuo.

El cuerpo
tu cuerpo
todos los cuerpos
marisma
y resonancia
del sueño.