martes, noviembre 23, 2004

Notas sueltas

Así
Echado de bruces sobre tu pecho
Escucho el acompasado
Tum-túm
Proveniente a lo lejos
De ese tu cuerpo cavernoso.

Imagínome ser
Este sonido aletargado
Que trasciende tus recónditas
Cavidades y que marca
El ritmo de mis horas
Y mis días.

En la desnudez
de una mirada
nada aturde el sueño
de la tarde.
Excepto un suspiro
que surge repentino desde
Algún sitio allá adentro
Y escapa
Por la ventana soleada
Hacia el jardín.

No hay comentarios.: