viernes, octubre 12, 2007

Nostalgia por 1997: la Inteligencia Colectiva en el nuevo milenio*

Constantino Ventura A.

Hace diez años nos hallábamos en un instante de impaciente exaltación, era 1997 y en ese momento las visiones apocalípticas de fin de milenio mostraban el rostro de temor de una sociedad global ubicada a mitad de camino entre el pensamiento mágico religioso y el pleno convencimiento de una era dominada por la ciencia y la tecnología. Si buscamos evidencias de esta afirmación hallaremos decenas de películas, novelas, ensayos, poemas, series de televisión y artículos en diarios y revistas que dan muestra de ello y de la desesperanza colectiva presentes en muchas latitudes.

Hoy, sin embargo, adentrados ya en la primera década del nuevo milenio, aunque el panorama no es del todo alentador, nuevos discursos emergen y configuran un incipiente horizonte de esperanza y vitalidad. Así por ejemplo, las ideas democráticas y liberales se consolidan en el ámbito de la política global, el postulado de una tercera vía económica suma mayores adeptos y la pretensión de impulsar el desarrollo de los pueblos con una visión de sustentabilidad define programas y propuestas de gobierno de toda índole. De igual manera, cada jornada nos convencemos un poco más de que la visión del pensamiento complejo, por un lado, y la teoría del caos, por el otro, han llegado para quedarse en las ciencias humanísticas y sociales.

Entre este cúmulo de ideas, existe una que subyuga de manera especial a quienes se dedican al estudio o al ejercicio profesional de la comunicación y es aquella interesada en el surgimiento y consolidación de una sociedad abierta, reflexiva y comunicante, en sustitución de la tradicional sociedad de la información aún prevaleciente. Esta pretensión ha llegado de la mano de las innovaciones tecnológicas de última generación y existen atisbos serios de propuestas que abogan por una democratización de la información y el conocimiento en todos sus niveles.

Precisamente, en torno a los cambios gestados a partir de la nueva realidad tecnológica, el francés Pierre Lévy ha impulsado la idea de buscar la conformación de una inteligencia colectiva global. La conectividad que permiten las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) le han llevado a considerar la posibilidad de abrir canales de intercambio intelectual, científico y tecnológico que permitan el libre acceso a contenidos y saberes encaminados a abatir disparidades. Para Lévy se trata de hacer emerger y visualizar nuevos contextos, de construir posibilidades de acción dentro de una nueva realidad compartida por diversos individuos, de edificar juntos mundos virtuales, pues considera que “en el ciberespacio es posible trabajar con millares de personas y por lo tanto pensar juntos".

La idea de una posible interacción inteligente en la búsqueda de soluciones globales para añejas o nuevas problemáticas supone, no solo un cambio en las dinámicas de generación del conocimiento, sino una transformación en la lógica de las relaciones humanas y una evolución en la naturaleza de los intereses y motivaciones del trabajo científico; supone dejar atrás el egoísmo individual y pensar en los posibles beneficios colectivos, igual que lo hizo John Walker, aquel químico inglés que en 1826 descubrió por casualidad el uso del fósforo, pero que decidió no patentarlo por considerar a este descubrimiento como un “bien público”.

Como lo supone Lévy, la concepción de la inteligencia colectiva parte del reconocimiento humilde de que nadie es el titular exclusivo de los saberes humanos y de que, día a día, éste puede ser enriquecido con la participación de una comunidad global con profundo sentido de responsabilidad social.

De hacerse realidad, la propuesta de la inteligencia colectiva se confirmaría como una de las ideas más revolucionarias en el nuevo milenio; un verdadero hito, un parteaguas que nos llevaría a mirar con nostalgia el siglo y  milenio recién concluidos. El reto fundamental, ante este panorama, será garantizar a la mayor cantidad posible de individuos el pleno acceso a las bondades del universo cibernético.


*Versión extensa del texto publicado originalmente en el periódico "El Centinela", prensa gratuita.


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