viernes, abril 21, 2006

De nuevo, ¿La Vida?

Después de la Semana Santa todo vuelve, de manera irremediable a la normalidad. Es pesado, lo reconozco, reincorporarse a la actividad cotidiana después de varias jornadas de descanso. Con las baterías más o menos cargadas, se vuelve a lo de siempre: la rutina, el trabajo, la casa, la universidad y mil avatares que, en el noble objetivo de ganarse la chuleta, se convierten en perversa fantasía.

Los días de descanso, después del periodo de evaluación académica, permitieron hacer un alto en la lectura de reportes, ensayos y demás trabajos escolares que, a veces, resultan en verdad poco menos que tortuosos.

Así, aprovechando las vacaciones auspiciadas por el buen Chuy (Decía Orlando que algo de lo mucho bueno que nos ha dejado el episodio de la Pasión Cristiana son estos días de descanso), uno se da el tiempo y la maña para volver a los vicios y las debilidades. Encomienda de por medio, fue grato poder hincarle el diente a "Sputnik, mi amor", de HARUKI MURAKAMI, la nueva leyenda viviente de la literatura japonesa.

Aquí presentaré pronto la entrega del texto reseñándolo.

En fin, que apenas el lunes escribía la Moraleja de Pascuas y hoy ya es viernes... Así que ahora viene la otra parte de la rutina: conducir a Xalapa y tomar parte de las clases de maestría; por la noche, leer o elaborar trabajos para la clase sabatina, volver al aula temprano y, tras la sesión, conducir de regreso al puerto por la tarde .

Pequeños círculos que se abren y se cierran de manera cotidiana.

Se concluye el reporte porque son las 13:30 horas y prometí a los alumnos de arquitectura ir a visitarlos a la zona de trabajo comunitario a la colonia Las Amapolas.

Pregunta capciosa... Acaso, ¿es esto vida?

1 comentario:

SirenNa dijo...

Claro que es vida. Puedo apostar que cuando vuelvas a leer este post dentro de unos añitos, añorarás esta rutina espantosa llena de malos ensayos, malos alumnos, requisitos académicos...

Este post me latió.