lunes, julio 10, 2006

A propósito del panismo aspiracional

A veces el coraje, la víscera nos gana, nomás por joder... en otras, la información y la estadística son las que se encargan de documentar nuestro optimismo. Eso ha ocurrido este día: he leído esta mañana el Proceso (Elección Envenenada) y hallo mucha razón para el desencanto y el estar "hasta la madre". Entre la forma grosera, petulante y arbitraria de cantar las victorias ajenas y la manera punzante, tozuda y cansada de vivir las derrotas propias, hay un veneno que crece y duele, hasta los huesos.

Ahí en la caricatura de Naranjo, en el reportaje de Jesusa Cervantes et al, de Gloria Leticia Díaz y DAniel Lizárraga, en el texto de la Denise Dresser (tan de izquierda ella, trabajando para Televisa y vistiendo Christiane Dior), en el artículo de Alvaro Delgado y de Germán Martínez Cázares están las razones, pero no el consuelo.

"En Veracruz y Boca del Río", me dice un amigo, "muchos viven como en Chiapas, pero votaron como si vivieran en Costa de Oro", y le asiste la razón. ¿En qué país viven?, me pregunto. Y de inmediato recuerdo: en el país del ‘Elite Way School', de RBD, de la Academia... en un país en el que muchos no trabajan porque esperan entrar a la próxima promoción de Big Brother, de Bailando por un sueño o a ¿Vas o no vas con boletazo?... un país de sueños, donde nadie utiliza conscientemente sus derechos ciudadanos, porque la mayoría piensa que es más fácil pegarle al Melate o esperar la llamada donde le avisen del ingreso a Desafío de Estrellas, que hacer algo por sì mismo.

Un país donde las formas de interacción colectiva las definen las telenovelas, los programas estilo "Otro rollo" o el "ponte la verde"; un país que es motivo de burla en el exterior, donde se dice "Estos pinches mexicanos, ¿qué no aprenden? Tuvieron al PRI 70 años, lo quitaron y ¿para qué? ¿para dejarse engañar? ¿Para que un fulano con cero experiencia polìtica y administrativa, parásito de la burocracia partidista, desconocido al mes de diciembre del 2005, de pronto se convierta en el nuevo mesías del marketing político y lo lleven a la Presidencia del país? No entienden nada... a ver cómo les va".

Pero así es este país cacahuatero, donde las nuevas generaciones se van de él porque no hay empleo, ni perspectiva, ni futuro y al estar en los EStados Unidos en lugar de pasar el voto de castigo por la expulsión económica, hacen el trámite, se inscriben en el padrón para votar en el extranjero y vuelven a votar por ¡el blanquiazul!

La verdad, no entiendo la lógica de los que por miedo o conveniencia apuestan por más de lo mismo, no entiendo a mis amigos "dizque pensantes" que por ahi andaban repitiendo como loritos las consignas de los spots: "es un peligro para México", "el país se va a ir derechito al barranco (¿que no estamos ahi?)", etc., sin analizar, sin prever los efectos del modelito económico.

En fin, cada cual con su conciencia: lo cierto es que dentro de poco no van a ser 40 los millones de pobres, sino 60 ó 80 millones, si no, ahi me avisan.

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