jueves, julio 27, 2006

A todo sol

La mitad de una sonrisa
colgada de un poste
la calle vacía
unos albañiles trasijando
en una azotea contigua
y el sol con toda su fuerza
en la canícula de julio.

Pocos consienten la tarde:
un perro gris que atraviesa
taciturno la avenida,
unos chicos que juegan futbol
con peligro de insolación
y unas mosquitas pegadas
al cristal de la ventana;
lo demás, es un silencio
mortecino a la hora de la siesta.

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