lunes, septiembre 11, 2006

19:30, sin noticias

Son diecinueve treinta
y no hay noticias tuyas:
una eternidad mirando
como desvanece el sol
colgado al horizonte.

Éste ha sido un lunes
fuera de lo ordinario:
un llanto inunda el teléfono,
una mirada, un busto sugestivo,
un desayuno a deshoras
y el ansia por todos los cigarrillos
muertos desde hace varias noches.

Este lunes, como el de hace
cinco años, el tiempo y el espacio
convergen y trenzan sus dedos
para engañar a los incautos.

No hay nada que la espera
y la incertidumbre
sean capaces de construir,
la vida se convierte de pronto
en una trampa para los chicos buenos,
en una especie de caja vacía
en una mueca hiriente
en el silencio que sustituye a una caricia.

19:30, sin noticias.

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